lunes, 31 de julio de 2017

Frustración

Es ese sentimiento que aparece cuando te das cuenta que las cosas no son como pensabas o como soñabas. En muchas ocasiones nos llenamos de optimismo y proyectamos nuestra vida
pensando en un ideal, es decir, en alcanzar un estado superior, ya sea en el ámbito académico, laboral o sentimental. Con el paso del tiempo nuestras anheladas metas no se logran alcanzar y aparece ese sentimiento de frustración que viene acompañado de culpa, negatividad, desmotivación y en el peor de los casos hasta odio a lo que hacemos, o bien, fastidio. Ese fastidio que nos motiva a no hacer nada, a no superar la crisis existencial, pero lo peor que se siente es la impotencia, porque sabes que no se puede hacer nada para superar esa frustración, pues, las opciones que tienes no dependen de tu gestión, sino de  todos aquellos que tienen el poder terrenal de dirigir las instituciones y el mundo desde la política.

Cuando descubres que no hay manera de superar esa crisis, comienzas a repensar tu vida y te haces una serie de preguntas ¿estaré en el camino correcto? ¿qué quiero como proyecto de vida? ¿qué es el éxito? ¿qué factores no permiten crecer y por qué? Sin embargo, al intentar dar respuesta a estas preguntas comienzas a inventar estrategias de todo tipo. Particularmente se me ocurrió crear una empresa de asesorías, pero después de analizar detenidamente esa posibilidad llegué a la conclusión de que no era viable, porque es regresar al mismo punto que comencé. Ese punto de inicio es muy sencillo para crecer en el ámbito profesional necesitas recomendación, o bien, apadrinamiento y ese el punto complicado, porque casi nadie está dispuesto a recomendar o como dicen popularmente “a meter las manos por ti” en cualquier ámbito de la vida. Otra estrategia fue convertirme en youtuber y crear vídeos sobre intereses particulares en bibliotecología que no es tan descabellado, pero no necesariamente por hacer ese tipo de instrumentos te darán un empleo, quizá te darás a conocer y si tus vídeos tienen muchas “vistas” te pueden otorgar algún reconocimiento. Por último, en mi cabeza desfilan distintas ideas hasta el punto de pensar que estoy en el “lugar equivocado”, porque más que ser millonaria me gusta sentirme útil y sobre todo valorada. También ese proceso de análisis no faltan los consejos que provienen de mentes masculinas, quienes ven el mundo desde otra perspectiva y que no entienden por qué las mujeres somos más susceptibles a este tipo de situaciones. Estas personas te dan recomendaciones enfocadas a la construcción de tu visibilidad en el campo en el cual estás investigando para convertirte en una ufanada investigadora, sólo que esas personas olvidan que el mundo funciona con el poder de los hombres y no de las mujeres, por eso se habla del “principio Paula”. Así, que el panorama no es muy alentador para una mujer en la mitad de su vida adulta y soltera, es decir, que aparte del trabajo no tiene que pensar en llegar a casa para hacer las tareas de sus hijos y atender un marido. En fin, no me quejo de mi soltería, pero al parecer tengo que retomar nuevos rumbos.

Por eso con el tiempo uno descubre que el mundo organizacional está lleno de discursos carentes de fondo, por ejemplo, en el ámbito laboral para mejorar la motivación de las personas se habla de gestión del recurso humano, pero en realidad ni los grandes “líderes” de la administración lo hacen y tampoco les interesa, por una sencilla razón esos puestos son ocupados por personas que están dentro de un grupo de poder que generalmente no tienen ni la competencias ni las cualificaciones para desempeñar esos cargos, pero ahí están y lo mejor les pagan por simular un liderazgo y una gestión que no poseen.


Después de tantas ideas, ocurrencias y pensamientos uno se da cuenta que el proyecto de vida no debe estar enfocado a tener el mejor trabajo del mundo o a sentirse útil laboralmente, porque terminas apoderado de un sentimiento de frustración que se convierte en algo hasta doloroso, porque cada día te ves apoderado de una sombra muy oscura que te mengua cada instante. Entonces lo mejor es construir un proyecto de vida más espiritual, es decir, basado en lo que deseas interiormente, pero no sobre cosas materiales como es obtener un buen puesto, porque para eso uno se prepara, estudia, investiga e ingresa a instituciones de alto nivel para escalar por la pirámide organizacional. Sin embargo, en un ámbito donde priman las recomendaciones y los patriarcados es mejor pensar en otros aspectos para reconstruirte y esa reconstrucción es interior, pues, sólo depende de ti mismo. 

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